La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un evento vibrante y transformador donde jóvenes de todos los rincones del mundo se reúnen en comunión con el Papa. Este encuentro sirve como una peregrinación católica, una celebración de la juventud y una poderosa demostración de la vitalidad de la Iglesia universal. Proporciona una oportunidad significativa para la evangelización de los jóvenes, inspirándolos a profundizar en su fe y compromiso con las enseñanzas de la Iglesia.

Establecida por el Papa Juan Pablo II en 1985, la Jornada Mundial de la Juventud tiene como objetivo unir a los jóvenes católicos en una experiencia compartida de fe, cultura y comunidad. Celebrada cada dos a cuatro años, este encuentro internacional tiene lugar en una ciudad seleccionada por el Papa, quien siempre está presente para liderar y guiar el evento. Cada Jornada Mundial de la Juventud cuenta con una variedad de actividades, incluidas sesiones catequéticas, eventos culturales y misas públicas, culminando en una vigilia final y misa con el Papa.

Como peregrinación católica, la Jornada Mundial de la Juventud ofrece a los participantes una oportunidad única para embarcarse en un viaje espiritual, conectándose con su fe de una manera profunda y significativa. El evento permite a los jóvenes interactuar con la comunidad católica global, experimentar la riqueza de las tradiciones de la Iglesia y explorar su identidad espiritual en un entorno de apoyo.